Cuando hablamos de seguridad contra incendios en la construcción con paneles sándwich aislantes, la atención suele centrarse únicamente en el tipo de núcleo aislante: su composición y su Euroclase de reacción al fuego. Sin embargo, el comportamiento frente al fuego no depende solo del tipo de aislamiento, sino de cómo actúa todo el sistema constructivo ante un incendio.
Repasamos los factores clave que deben tenerse en cuenta para que un sistema con panel sándwich aislante no solo cumpla con la normativa, sino que actúe de forma eficaz y segura ante el fuego, protegiendo a las personas, los bienes y el funcionamiento operativo de la instalación.
El sistema constructivo
Un panel sándwich aislante es un sistema constructivo compuesto por distintos materiales que trabajan en conjunto. Su estructura básica incluye:
- Dos chapas metálicas (habitualmente de acero prelacado), que actúan como barrera de contención física, protección mecánica y elemento de soporte.
- Un núcleo aislante, que puede ser de diferentes materiales como poliuretano (PUR), poliisocianurato (PIR) o lana de roca (MW), con propiedades térmicas y comportamiento frente al fuego variable.
- Un sistema de ensamblaje y fijación, que incluye anclajes, tornillería, solapes y sellados que determinan cómo se conecta el panel con otros elementos.
El comportamiento al fuego de un panel no puede analizarse considerando sólo el núcleo, sino en función de cómo interactúan entre sí todos los componentes. Por ejemplo, un núcleo con baja contribución al fuego no garantiza una buena actuación si las chapas metálicas fallan por dilatación, si las juntas se abren o si el sellado no mantiene su integridad ante altas temperaturas.
Elementos constructivos clave
Uno de los mayores retos para el comportamiento al fuego de los paneles sándwich aislantes son los puntos donde el sistema se une a otros elementos del edificio: forjados, pilares, techos, huecos, puertas, etc. Si estos puntos no están bien diseñados o ejecutados, pueden convertirse en vías de propagación del fuego, del humo o del calor.
Algunos ejemplos incluyen:
- Sellados entre paneles, que deben realizarse con espumas resistentes al fuego, capaces de mantener la estanqueidad durante los primeros minutos del incendio.
- Pasos de instalaciones técnicas (eléctricas, conductos de ventilación, redes de agua), que deben contar con soluciones ensayadas para garantizar que no comprometan la compartimentación.
- Lucernarios, huecos y ventanas integradas, que suelen incorporar materiales con diferente comportamiento al fuego y que deben tener protección adicional si forman parte de la envolvente térmica o sectorizada.
En todos los casos, es esencial que estos puntos estén previstos desde la fase de proyecto y que su diseño forme parte del ensayo del sistema completo, no solo del panel aislado.
Montaje y ejecución en obra
A pesar de realizar ensayos, la instalación debe respetar los criterios técnicos, ya que si no el comportamiento real será impredecible. La seguridad contra incendios se garantiza en función de cómo se instalen los productos.
Errores comunes como ausencia de sellado en juntas, fijaciones incorrectas o incluso inversión de sentido en el montaje, pueden comprometer la integridad del sistema en los primeros minutos del fuego, que son críticos para la evacuación y la intervención de emergencias.
Por ello, es fundamental que:
- El montaje lo realicen equipos especializados y formados específicamente en paneles sándwich aislantes.
- Se sigan las instrucciones del fabricante, tanto en el uso de componentes como en la secuencia de instalación.
- Se utilicen materiales auxiliares certificados: espumas, cintas, masillas o fijaciones homologadas y compatibles con el sistema.
Una mala ejecución puede hacer que un sistema no cumpla con su función real.
Validación del sistema completo
Además de los ensayos individuales del panel (como la reacción al fuego – Euroclase – mediante ensayo SBI), existen ensayos que simulan situaciones reales de incendio. Estos evalúan el comportamiento del sistema constructivo completo.Ensayos como los de resistencia al fuego en cerramientos no portantes permiten comprobar si el sistema puede mantener su integridad estructural y aislamiento térmico durante un determinado tiempo